Por Juan Gabriel Pérez Chaustre.
Presidente Cámara Colombo Venezolana.
Durante un reciente encuentro con actores clave del sector turístico en Margarita, confirmé el enorme potencial de esta joya del Caribe venezolano. La Semana Santa de 2025 fue la mejor de la última década, con 31.936 viajeros llegando a Nueva Esparta, lo que representa un crecimiento del 4,4% frente al año anterior. Detrás de estas cifras hay una historia de resiliencia, pero también un reto estructural: la conectividad.
Margarita ha sido para los venezolanos lo que Cartagena representa para los colombianos: un destino tradicional para vacaciones, reencuentros familiares y celebraciones. Pero su atractivo va más allá de las fronteras nacionales. Colombia es su mercado natural, no solo por la cercanía —apenas una hora y media de vuelo desde Bogotá—, sino por la afinidad cultural. Sin embargo, hoy el costo y la escasa disponibilidad de vuelos hacen que viajar a Margarita pueda costar lo mismo que un pasaje a Europa. Ese es el gran desafío: hacer del destino una opción accesible, frecuente y atractiva para los turistas colombianos.
Las dimensiones de la isla hablan por sí solas: Margarita cuenta con una superficie de 1.020 km², lo que la hace más de 40 veces más grande que San Andrés (26 km²). Tiene más de 300 kilómetros de litoral costero y 53 playas censadas y aptas para el turismo. Este tamaño le permite ofrecer una diversidad natural, cultural y recreativa superior a otros destinos insulares del Caribe. Además, la isla dispone de más de 14.800 camas hoteleras y una destacada infraestructura gastronómica. Un ejemplo interesante es el restaurante Pizza Rossa, recientemente incluido entre los mejores del mundo en su especialidad por evaluadores italianos.
Durante mi visita, me reuní con la presidenta de la Cámara de Comercio de Nueva Esparta, quien compartió su entusiasmo por fortalecer el turismo receptivo. Exploramos propuestas como la organización de un famtrip (viaje de familiarización) y un presstrip (viaje de prensa) con periodistas, influenciadores y turoperadores colombianos, para mostrar la realidad actual de la isla y generar confianza. También se está estructurando una campaña de promoción para el segundo semestre, dirigida a Colombia y España. No obstante, insistimos: Colombia es el mercado clave para dinamizar la llegada de turistas.
La isla tiene lo necesario para competir en el Caribe: playas, clima, cultura, parques naturales, comercio a buenos precios —por su condición de puerto libre— y una oferta hotelera sólida. Según la Cámara Venezolana de Centros Comerciales (Cavececo), el sector comercial creció 11% en el primer trimestre de 2025. Eventos como el Encuentro de Networking en el C.C. La Vela han resaltado a Margarita como motor económico de la región.
El camino es claro: las autoridades deben facilitar acuerdos con aerolíneas para establecer rutas directas desde Bogotá y otras ciudades colombianas. También vale considerar los vuelos chárter, una fórmula exitosa en el pasado que podría reactivarse para dinamizar la demanda turística en el corto plazo.
El turismo no solo impulsa economías locales, también fortalece los lazos binacionales. Desde la Cámara Colombo Venezolana, estamos listos para apoyar este esfuerzo. Conectividad y confianza son las claves.